5 razones para no perder un diente

—¡Quisiera ser un tiburón!
—¿Por qué?
—Cuando a los tiburones se les cae un diente, éste le vuelve a salir una y otra vez.

Lamentablemente o no, no somos tiburones y estamos propensos a perder un diente para siempre. Los dientes los cambiamos solo una vez en la vida y a muy temprana edad. He aquí la importancia del cuidado de nuestra dentadura, la cual, gracias a nuestra sabia composición biológica y con un buen cuidado, puede durarnos toda la vida.
Lo anterior, a pesar de ser lo ideal, no es algo que todos podamos lograr, por diferentes factores, el principal: La información. Es por eso que acá te presentamos 5 razones para no perder un diente, salvo que, claramente, ya sea demasiado tarde y el odontólogo diga que no hay otra opción.

  1. Afecta al sistema óseo bucal.
    Una extracción provoca la pérdida del hueso que sujetaba a la pieza y por consecuencia,
    que la encía se retraiga. Esto, además de ser incómodo para la persona a lo largo de sus
    años, afecta estéticamente cuando se trata de piezas cercanas a la parte delantera de la
    boca.
  2. Compromete la salud y buen funcionamiento de las demás piezas dentales.
    Al quedar el espacio vacío de una extracción, la mordida en ese sector va
    cambiando para adaptarse, pudiendo forzar demás a algunos otros dientes y hasta
    deformarlos.
  3. Complicaciones en el sistema digestivo.
    Cuando perdemos un solo diente definitivo, se hace más difícil e incómodo poder
    comer, al menos por ese lado de la boca. Esto, al principio nos lleva a comer
    alimentos muy blandos y futuramente no poder comer cosas muy duras. De esta
    manera se altera el funcionamiento digestivo, aumentando la posibilidad de tener
    más problemas estomacales.

4. Afecta la estética.

La extracción de un diente, además de ser perjudicial para la parte interna de nuestra
boca y de nuestro cuerpo en general, siempre nos da la sensación de que algo no
encaja y, aunque los demás ni siquiera lo noten, puede que nos haga sentir poco
atractivos, afectando no solo a nuestra estética, sino también nuestra autoestima y
hasta nuestra propia confianza.

  1. Un diente propio es irremplazable.
    No todos saben que un diente humano tiene una dureza similar a la de un diamante,
    de esta manera se puede, además de dimensionar la calidad de nuestra dentadura natural, el
    poder corrosivo que tiene una caries. Por eso una dentadura bien cuidada puede
    durarnos toda la vida y más. Ningún tratamiento conocido hasta ahora puede igualar
    lo valioso que es un diente natural. ¡Cuidemos nuestros dientes!

¿Quieres conocer un diente detalladamente? pincha aquí
O si te interesa saber su composición química, lee acá